Ernestina Nava: el rostro del progreso en INSUCE

Ernestina Nava: el rostro del progreso en INSUCE

Ernestina Nava: el rostro del progreso en INSUCE

A veces, las oportunidades llegan cuando menos se esperan, y otras, cuando una vecina toca a tu puerta. Así fue como Ernestina Nava conoció INSUCE: por recomendación. Aquella conversación casual se convirtió en el inicio de una historia de compromiso, crecimiento y amor por el trabajo bien hecho. Hoy, Ernestina lidera el área de Recursos Humanos de la institución y cursa la Licenciatura en Contaduría Pública, con la misma pasión que el primer día.

“Yo inicialmente ya tenía conocimiento de la licenciatura, pero a nivel técnico, entonces, al ver la oportunidad de continuar aquí, fue como yo me sentí impulsada a seguir para mejorar en mi empleo”, cuenta con serenidad.

Fue precisamente la motivación de sus jefes inmediatos lo que encendió en ella la chispa de seguir aprendiendo. Ese impulso la ha llevado a aplicar cada nuevo conocimiento con precisión: desde liderar a su equipo hasta llevar un control riguroso de los gastos y movimientos financieros de la operación diaria. “Estoy aprendiendo a llevar un control pleno de todas las operaciones que se generan al día, todos los pagos a proveedores, todos los gastos que implica la operación de INSUCE”.

Más allá de los números, está la gente. Y Ernestina lo sabe. Su historia de vida ha sido su brújula para liderar desde la empatía y la coherencia. En estos años, ha sido testigo del crecimiento de muchos colaboradores: “no quiero nombrar a uno porque el esfuerzo ha sido de varios, y eso me alegra mucho y me motiva a seguir adelante”.

Con los pies firmes y la mirada al frente, sus metas son claras: “a corto plazo, aplicar los conocimientos obtenidos para que a largo plazo rindan frutos, ya que deseo continuar prestando mis servicios en esta institución”. 

Consciente del ejemplo que representa, comparte con humildad un consejo que es también una declaración de principios: “que no olviden sus sueños y que procuren seguir profesionalizándose. Ejemplo claro soy yo, que con mi edad, no me quiero limitar y quiero continuar”.

Estar presente en el décimo aniversario de INSUCE significa para ella mucho más que una conmemoración. “Es una gran satisfacción… al hacer el análisis, me doy cuenta de que el avance que hemos tenido ha sido mucho y progresivo, pero aún nos falta”. En su voz hay orgullo, pero también esperanza. Porque, como Ernestina bien sabe, siempre se puede seguir creciendo.

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